La parroquia de Chimbas vivió con fervor la novena en honor a Santo Domingo de Guzmán, el fundador de la Orden de Predicadores.
Este año, bajo el lema “Santo Domingo, peregrino de la esperanza de una vida nueva en Jesucristo”, se profundizó en la figura del santo y su legado, invitando a la comunidad a renovar su fe y compromiso cristiano.
A lo largo de sus nueve días de festividades, los feligreses participan en misas, reflexiones y actividades religiosas, donde se les invita a profundizar en la vida y enseñanzas de Santo Domingo. Cada jornada se centra en un aspecto de la vida del santo, conectado al lema de este año.
El lema “Santo Domingo, peregrino de la esperanza de una vida nueva en Jesucristo” resuena con fuerza en la comunidad. En un contexto donde muchos enfrentan desafíos y situaciones difíciles, la figura de Santo Domingo se presenta como un faro de esperanza. Las homilías y reflexiones diarias invitan a los fieles a convertirse en activos portadores de la esperanza cristiana, siguiendo el ejemplo del santo en el anuncio del Evangelio
La Figura de Santo Domingo de Guzmán
Santo Domingo nació en 1170 en Caleruega, España. Desde joven mostró un gran interés por el estudio y la vida religiosa. Fue un incansable predicador de la verdad y defensor de la fe, quien dedicó su vida a la evangelización y a la formación de un grupo de hombres y mujeres que, bajo los votos de pobreza, castidad y obediencia, se convertirían en los dominicos. Su vida de austeridad y fervor religioso lo convirtió en modelo de fe y esperanza para millones de cristianos en todo el mundo.
El cierre de la novena con una misa especial en la que se lleva a cabo una procesión en honor a Santo Domingo. Celebrar a su santo patrono en comunidad, es un recordatorio de que, a través de la fe y el amor, siempre hay lugar para la esperanza y la renovación en la vida de cada uno de nosotros.
¡Viva Santo Domingo!