Cuando el cardenal Bergoglio salió al balcón de san Pedro ya convertido en papa, pocos esperaban que el jesuita escogiese para su pontificado el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís.
Con ese gesto, además, ha dejado ver en su papado los valores del patrón de la orden franciscana, como la cercanía a los pobres o la ecología, con el cuidado de la casa común.
También el papa ha ido varias veces a Asís. Por ejemplo, en 2016. Francisco estuvo en la basílica de Santa María de los Ángeles. Allí rezó en el lugar donde comenzó el movimiento franciscano.
Y San Francisco es conocido por haber realizado el primer belén de la historia. Fue en 1223 al volver de un viaje a Tierra Santa. El pueblo, uno que le recordaba al lugar donde nació Jesús, Greccio. Francisco visitó este pueblo en 2019.
FRANCISCO
El belén, que San Francisco realizó por primera vez en este pequeño espacio, a imitación de la estrecha gruta de Belén, habla por sí solo. No es necesario multiplicar aquí las palabras, porque la escena que se pone ante nuestros ojos expresa la sabiduría que necesitamos para captar lo esencial.
San Francisco de Asís nació en el 1182. Hijo de un comerciante, renunció a su herencia para seguir la austeridad de Cristo. Vivió en la estricta pobreza, con un estilo sencillo. El mismo que el papa ha intentado aplicarse tanto a él mismo como a la Iglesia universal.